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PRESENTACIÓN
En 1959, cuando la amenaza de un enfrentamiento nuclear entre los EEUU y la Unión
Soviética era bien real, el filósofo y matemático Bertrand Russell trataba de entender la
actitud de los dirigentes de ambas potencias, aparentemente irracional, comparándola
con la de los jóvenes que participaban en un juego de moda: se trataba de trazar una larga
línea blanca en una carretera, de forma que dos coches se precipitaran uno contra otro
sin dejar de pisar la línea; el jugador que se asustase primero, el gallina, se separaría de
la línea blanca para evitar el choque y perdería la apuesta. En este juego puede resultar
fatal que ambos jugadores sean muy arriesgados, pues si ninguno se desvía de su tra-
yectoria ambos pueden morir al chocar los coches de frente. Unos años antes, en 1956,
James Dean había hecho famoso un juego parecido (los coches se lanzan en la película de
Nicholas Ray hacia un acantilado) en Rebelde sin causa. Russell estaba convencido de que
la estrategia de los EEUU y la URSS era similar a la de los jugadores más arriesgados del
juego del gallina, y que la irresponsable conducta de ambas naciones llevaría al mundo a
la destrucción.
En un juego del gallina como el que enfrenta a los jóvenes de Rebelde sin causa o a
soviéticos y norteamericanos durante la Guerra Fría, cada jugador tiene dos estrategias
puras —ceder o no ceder al reto del otro— que pueden conducir a su vez a dos situaciones
de equilibrio: que ningún jugador ceda o que cedan ambos. En los puntos de equilibrio
ningún jugador tiene motivo para cambiar de estrategia de forma unilateral, pues si lo
hace saldrá perdiendo: es lo que se conoce como equilibrio de Nash. La teoría de juegos
es una teoría matemática que permite analizar formalmente las decisiones estratégicas
de los sujetos (ya sean “jugadores” individuales o colectivos, como empresas, naciones,
partidos políticos, etc.). John Nash le dio a la teoría en los años cincuenta el impulso que
la ha llevado a convertirse en una herramienta imprescindible para las ciencias sociales,
muy lejos ya de sus orígenes en plena Guerra Fría, cuando los pioneros de esta teoría
matemática la aplicaban, entre otras cosas, a las estrategias de las dos superpotencias.
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